NUEVA INQUISICIÓN RELIJIOSA
Ayer se celebró un Gran Auto de Fe en Sevilla: castigo ejemplar a los enemigos de la Santa Iglesia
Ayer, de madrugada, tuvo lugar en la Plaza Mayor de nuestra ciudad un formal auto de fe organizado por el Santo Oficio de la Inquisición, con presencia del ilustre Fray Tomás de torquemada, Inquisidor General de Castilla. La ceremonia trajo a una gran multitud de nobles, que acudieron para presenciar cómo se impartía justicia divina contra aquellos que se apartaron de la verdadera fe.
En total, fueron trece los reos presentados ante el tribunal eclesiástico. Entre ellos se encontraban conversos sospechosos de judaizar, así como individuos acusados de prácticas heréticas y blasfemias contra nuestro Señor. Tras meses de interrogatorios y confesiones, el veredicto fue pronunciado: cuatro fueron entregados al brazo secular para sufrir la pena de muerte en la hoguera, mientras que otros cinco recibirán castigo de prisión perpetua o penitencias públicas. Los cuatro restantes, arrepentidos de corazón, fueron perdonados, aunque no sin antes recibir azotes y ser marcados como advertencia.
El acto fue precedido por una misa solemne y el canto de salmos. Las palabras del Inquisidor resonaron con fuerza: "Donde hay herejía, no puede haber paz. La fe debe ser pura como el fuego que la limpia."
Las autoridades recuerdan a todos los fieles que deben denunciar cualquier conducta sospechosa de herejía o apostasía. La limpieza del alma de nuestra nación es voluntad de Dios y de Sus Majestades los Reyes Católicos.
